CRÓNICAS DE LA BRETAÑA (capítulo V)

IL ETAIT UNE FOIS BROCELIANDE

Hoy nos adentramos, entre robles, hayas, pinos y castaños, en el bosque de Brocéliande, donde nacieron y aún perviven las leyendas protagonizadas por el mago Merlín y el rey Arturo. El viaje a este lugar, ubicado en el centro de la Bretaña, nos traslada a un tiempo mágico donde coexisten caballeros, hadas, duendes, dragones y otras criaturas invisibles a la percepción humana.

Nuestra iniciación tiene como punto de partida el pueblo de Concoret donde espera nuestro guía particular, Nicolas Mezzalira, director del Centre Imaginaire Arthurien. Es el quien nos hara palpitar el corazón al seguir con sigilo las huellas que nos dejó Merlín en distintos lugares legendarios y fascinantes.

Sin dudarlo ni un minuto, nos unimos a él y empezamos nuestro paseo al pie del roble de Guillotin, uno de los árboles más antiguos y grandes de Bretaña, con cerca de mil años y nueve metros de diámetro. Su nombre viene del abade Guillotin, un sacerdote que se escondió en el interior en la época de la Revolución Francesa, perseguido por los jacobinos de la zona.

Cautivados por la voz de Nicolas, nos sumergimos en el primer lugar mítico de la leyenda artúrica: la fuente de Barenton. El poeta Chrétien de Troyes la describía así:

 «Observé el árbol y la fuente. Puedo decir del árbol que era el más hermoso pino que había crecido sobre la tierra. Creo que ni una sola gota de lluvia podía atravesarlo, debido a la espesura de sus hojas. Vi la taza de la fuente a los pies del árbol: Estaba echa del oro más puro que puede ser encontrado. Por lo que se refiere a la fuente, creedme cuando os digo que la vi hervir como si fuera agua caliente. La escalinata estaba hecha de una sola esmeralda con cuatro rubíes más de un brillo y un color carmesí más intensos que los rayos del Sol de la mañana, cuando éste sale por el horizonte».

 La leyenda cuenta que sus aguas curan la locura y muchas enfermedades. También tiene la facultad de producir lluvia. Junto a ella hay una roca y se dice que si se vierte agua sobre ella, se desatará una tempestad. Es la única fuente de agua fría desde la cual surgen burbujas mágicas que cumplen todos los deseos. Fue en esta misma fuente donde el hada Viviana conoce y se enamora de Merlín.

 

Tras un buen picnic bajo el sol bretón en el pueblo de Tréhorenteuc, nos adentramos en el Valle sin Retorno, un enclave encajonado entre montañas y uno de los lugares más mágicos de Brocéliande, en el que el hada Morgana, traicionada por su amante, encerraba a los caballeros infieles. Tranquilizamos a las familias de nuestros alumnos : todos lograron salir del valle.

Gracias a Nicolas, descubrimos que los profesores de física-química nos engañaron en cuanto a la verdadera naturaleza del óxido férrico que resulta ser la sangre de 6 hadas degolladas bajo el majestuoso lago bautizado « Miroir aux fées » y que fluye por las venas del bosque de Brocéliande, proporcionándole esta peculiar mezcla de colores : rojo, verde y marrón.

 

Muy cerca, descubrimos a un adorno moderno del artista François Davin que recuerda un incendio que arrazó Brocéliande en 1990 y mató a cinco bomberos : el Arbol de Oro. Son cinco robles ennegrecidos por el incendio y un castaño calcinado recubierto de láminas de oro, rodeados por una serie de pequeñas piedras imitando los menhires de la zona.

 

Tras un largo paseo por el bosque cuyo ruido no era más que el canto de los pájaros, tuvimos que escalar la montaña para poder enamorarnos de las vistas de todo el valle. Desde allí, Nicolas siguió contándonos la leyenda del Rey Arturo : su nacimiento, su espada mágica Excalibur, su reino llamado Camelot, y la traición de Lanzarote que supuso la destrucción de Camelot y el fin del reino de Arturo.

Antes de salir del valle, tuvimos que pasar con mucho cuidado por encima de la espalda de un dragón, asegurándonos no despertarlo…

…para descubrir la roca de los amantes. Morgana transformó en rocas a su amante que le había sido infiel, así como a la mujer. Están condenados a estar el uno al lado del otro sin jamás poder volver a tocarse.

Nuestro viaje toca a su fin y asistimos a la muerte de Merlín y Arturo en el Jardín de los Monjes, unos misteriosos menhires. Mais ça, c’est une autre histoire…

 

Con la cabeza llena de imágenes, leyendas, historias, personajes reales y ficticios, tomamos el camino de regreso a Questembert con la promesa de volver algún día.